Esclavos del algoritmo

Esclavos del algoritmo

Últimamente, he sentido una terrible abrumación digital, y es que para nadie es un secreto que lo que están ocasionando las redes sociales en nosotros ha sido una sobrecarga de información constante, estamos siendo “bombardeados” sin parar por lo que hemos decidido llamar contenido pero que a su vez es el ladrón de atención más grande al que nuestra humanidad se ha enfrentado.


No conocía el documental de Netflix “El dilema de las redes sociales” y fue un detonante decisivo para tomar conciencia de lo que en mí respecta el uso de todas estas plataformas. El documental está basado en las anotaciones acerca de creadores, diseñadores de experiencia y expresidentes de las redes sociales más importantes como lo son Meta (Facebook e Instagram), Pinterest, entre otras.


Lo que realmente aterra de esta producción, es la sinceridad con la que la totalidad de estos personajes se confronta y confiesa la trampa en la que estamos cada vez más sumergidos, lo peor de esto, es que nosotros lo disfrutamos y nos desesperamos al no estar dentro de estas redes, finalmente, eso significa ¿no? somos peces navegando en aguas de caos, de una sociedad sin sentido, con todas las problemáticas posibles y el escape más fácil es haber caído en redes de sensacionalismo y apariencias virtuales.


Al yo estar tan preocupado por esta situación, varias personas me preguntaron lo que seguramente, usted lector, se estará cuestionando: Esto no es nuevo, ¿por qué el escándalo hasta ahora? Y es cierto, desde que todas estas nuevas tecnologías aparecieron hemos escuchado a nuestros abuelos y padres mencionar que los tiempos no son igual que antes, que la vida solía disfrutarse más en “sus épocas”.


Esta afirmación no es del todo descabellada, puesto que las redes sociales han aumentado un exceso de dopamina que normalmente no estamos acostumbrados a liberar; como seres humanos fuimos diseñados para liberar esta dopamina al conectarnos y relacionarnos con otros seres humanos y esas experiencias terminan liberando todos estos químicos en nuestro cerebro. Pero ¿qué sucede cuando estos químicos están siendo liberados de maneras desordenadas y en ritmos acelerados?


Nunca antes como seres humanos nos habíamos sobrecargado con tanta “conexión” con el exterior, lo pongo en comillas porque es claro que es una conexión sintética, y estar expuestos a la masiva sensación de conocer vidas, lugares, pensamientos, entre muchas más cosas, está drenando nuestra energía para conectar realmente con nuestro entorno ¿y todo por qué? Un algoritmo nos está gobernando.


Este tema de los algoritmos siempre me ha parecido absurdo, escucho muchas veces que para poder entrar al ritmo de las redes sociales debemos educar nuestro algoritmo, pero es falso, si hay algo que está haciendo este fenómeno virtual es educarnos a nosotros, dentro de estas dinámicas no somos capaces de controlar nuestras futuras acciones porque todo está predeterminado por este algoritmo y no somos capaces de ver, opinar, escuchar o pensar más allá de lo que se nos está exponiendo.


Es curioso pensar que el humano siempre ha sido esclavo, estamos condenados a vivir bajo la opresión de alguien que lidere nuestro pensamiento, no quiero ligar este último concepto a la fe, para evitar malinterpretaciones, sin embargo, pensemos en diferentes momentos de la historia, donde el humano ha sido víctima de la esclavitud, para estos últimos tiempos sería difícil pensar que podamos vivir un tipo de esclavitud, más allá de la que conocemos en actos atroces, pero la realidad es que hay un gran porcentaje de la población mundial, siendo esclava, estamos siendo vendidos, nuestras costumbres, comportamientos y hábitos están siendo robados a cambio de nuestras preferencias para que estas redes, se lucren a base de vendernos como un producto más al que le puede interesar un nuevo par de zapatos.


Quizás este discurso sea un poco doble moralista, ¿porque saben qué? apenas este artículo esté listo para publicar, tendré sí o sí que usar las redes para incentivar su lectura, de lo contrario nadie se enterará de la existencia de este pensamiento, seguramente esto es una guerra perdida, porque aparte de esto, están naciendo generaciones gobernadas bajo algoritmos y entornos digitales, lo cual hace que pensar fuera de este molde se dificulte, puesto que hemos titulado de “herramientas” lo que ahora son nuestros amos, porque atención a esto: El algoritmo es capaz de castigarnos y “funar” a creadores de contenido por no ir al ritmo de lo que una tendencia digital está dictando. Díganme si eso no suena a esclavitud.

Escrito por Nicolás De Arco

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